La Asociación de Mujeres Batalladoras de Tarrafal, en la isla de Santiago, Cabo verde, nació a raíz de la problemática de desempleo y falta de oportunidades de un colectivo de unas 80 mujeres de la región de Tarrafal. Estas mujeres, cabezas de familias monoparentales en muchos casos, empujadas por la falta de recursos, se dedicaban a la extracción de arena de las playas de su región para venderla como materia prima para la construcción. A medida que la arena escasea, estas luchadoras no dudan en meterse cada vez más profundo en el mar, para sacar este recurso que comparten de manera comunitaria. Sin embargo, esta es una práctica ilegal y castigada por la ley, que además supone un alto deterioro medioambiental.